Un gran logro de la Constitución de 1999 fue incluir una nueva concepción del espacio geográfico de la República, este amplía la visión de soberanía y delimita con precisión, su campo de aplicación; ahora contempla: el Territorio Continental, el Territorio Insular, los Espacios Acuático, Aéreo y el Ultraterrestre Suprayacente. Se le da la misma importancia y el mismo nivel para efectos del ordenamiento territorial y los planes de desarrollo de la Nación, tanto a los territorios continentales e insulares, como a los espacios fronterizos y acuáticos.
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